El tiempo paso y la abuela continuo su vida como pudo, el lugar que eligio para criar a sus hijos fue la belisima tierra de San Pedro Misiones. La musica nunca jamas la abandono, dueña de una voz melodiosa y dulcemente femenina, solia ilustrar el paisaje de la vieja casona con su canto acompañada por algun guitarrero del lugar. La casona de DOÑA PASTORA donde ademas de tener servicio de restorant, tambien le permitia a los viajantes de la epoca quedarce a descanzar en las tranquilas y comodas habitaciones de la posada que ella misma adminisraba. Ese bello lugar tenia el son de la musica dia y noche.
Sus hijos fueron creciendo y con ellos el amor por el sonido armonioso de una guitarra clacica antigua que descansaba brillosa a un costado de sala de estar, guitarra que fue compañera inseparable de las fiestas familiares y quien le permitio a Carlos Narvaez y Omar Narvaez, poder conocer las primeras notas musicales dando comienzo de esa forma a una historia de musicos generacionales que no tendria final.
En la actualidad ese mismo amor incondicional y fraternal por la herencia de los abuelos sigue vivo en nosotros y en parte importante de la familia que de una forma u otra realiza su parte con empeño y dedicacion por su lealtad por la musica.
FRANCO NARVAEZ